El Libro de Josué (en hebreo, Sefer Yehoshúa) es el primer libro de los Nevi'im —segunda de las tres partes en que se divide el Tanaj— y sexto libro del Antiguo Testamento. Se encuentra ubicado entre el Deuteronomio (último libro del Pentateuco), que termina con la muerte de Moisés a las puertas de Canaán y el Libro de los Jueces.
El libro narra la entrada de los israelitas a la Tierra Prometida bajo el liderazgo de Josué, y de servir a Dios en la tierra.2 Toma su nombre a partir del hombre que sucedió a Moisés como líder de las tribus hebreas.
Junto con el Deuteronomio, Jueces, 1 Samuel, 2 Samuel, 1 Reyes y 2 Reyes, pertenece a una tradición de la historia y la ley judía, llamada deuteronómica, que se comenzó a escribir hacia el 550 a. C. durante el exilio babilónico.
Un simple vistazo al conjunto del libro nos hace ver que consta de tres partes: la conquista de Canaán (caps. 1-12), la distribución de los territorios conquistados (caps. 13-21) y la unidad de Israel fundada en la fe (caps. 22-24).
El Libro de Josué forma un corpus ideológico y conceptual con los libros del Pentateuco: así como el Génesis importa una promesa y los otros cuatro libros de la Torá son los libros de los mandamientos y las leyes, Josué es el libro donde se relatan las realizaciones, en el que Yahveh se evidencia fiel a sus promesas, las que cumple acabadamente cuando el pueblo judío lo obedece con docilidad.